A lo largo de dos semanas, los chicos y sus familias tuvieron a su disposición la posibilidad de participar de talleres artísticos de los más variados durante el receso escolar. Hubo espacios para aprender y divertirse con pintura, arte impreso, máscaras, cómic, maquillaje, guirnaldas y danza.

Los más pequeños, también, valoraron mucho de los distintos espacios que les permitieron desarrollar su imaginación como lo fueron el taller de narración de historias y el encuentro que tuvieron con adultos mayores que llegaron para contarles cuentos y leyendas.

Una de las actividades más celebradas fue el bingo animado por payasos que generó lindas sonrisas entre los niños, con premios incluidos. El cine infantil, también, tuvo un lugar destacado en la cartelera de atracciones con seis funciones de las películas animadas más populares.

A la hora de disfrutar del teatro, hubo funciones de las más diversas. Una de ellas les enseñó a los chicos sobre la obra del pintor Pablo Picasso, otra tuvo como argumento el reino de María Elena Walsh, mientras que, también, se ofreció una obra musical sobre la historia de Aladín.

Incluso, los chicos vivieron una experiencia única cuando se encontraron con que la Orquesta de la Prefectura Naval tenía preparado para ellos una presentación para aprender sobre las características y los sonidos de cada instrumento, además de disfrutar de su música.

Además, una de las jornadas puso a prueba las habilidades de los pequeños que se encontraron con un circuito de juegos cooperativos, de relevo, masivos y de kermesse preparados por alumnos de Educación Física de la Universidad.

Lo lúdico se mezcló con el aprendizaje al momento de que los niños fueron invitados a participar de una búsqueda del tesoro bilingüe con la incorporación de pistas y palabras no solo en español, sino, también, en italiano, francés y portugués.

“En términos de resultados, para nosotros ha sido excelente. La iniciativa ha sido positiva en varios aspectos porque establecimos un cronograma de actividades que atendía las necesidades de los distintos sectores de la sociedad”, remarcó Roberto Acuña, director de Socioculturales de la UNLaM.

Acuña destacó, además, “el trabajo con el público en general y con chicos de comedores barriales” que fueron invitados a las diversas propuestas, lo que permitió “que la Universidad promueva la integración comunitaria en estos espacios”.

“El éxito se vio desde el momento del retiro de entradas, lo que indica que la Universidad ya se ha convertido en un clásico para vacaciones de invierno y que las familias la consideran como una opción válida” para sus hijos, agregó.