Polémica: tras los casos Pecollo y Volta, docentes se organizan y dicen ¡Basta!
DICEN QUE TRABAJAN CON TEMOR

Polémica: tras los casos Pecollo y Volta, docentes se organizan y dicen ¡Basta!

Tras el linchamiento al maestro de música Marcelo Pecollo en la Catedral de Morón y la condena a prisión al profesor de educación física Mariano Volta, cerca de un centenar de docentes se autoconvocaron, afirmando estar "hartos de las agresiones, de las denuncias falsas, de trabajar con temor, y sin el respaldo de la comunidad".

Polémica: tras los casos Pecollo y Volta, docentes se organizan y dicen ¡Basta!

Redacción El diario // Lunes 09 de enero de 2017 | 11:59

 

El día 30 de octubre se cometió el salvaje ataque del Profesor de Música Marcelo Fabián Pecollo, en la catedral de Morón, presuntamente por parte de quienes con anterioridad lo habían denunciado por supuestos abusos de sus hijos menores, ocasionándole la muerte en días posteriores.
Días atrás el tribunal oral criminal Nro IV de Morón condenó al Profesor de Educación Física Mariano Volta a la pena de 22 años de prisión por abusos sin prueba alguna, de la misma manera la Sala V del Tribunal de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires, revocó la sentencia absolutoria del Profesor de Música Lucas Puig, cediendo a las presiones mediáticas y de los denunciantes.
Ante ello, y hartos de las agresiones, de las denuncias falsas, de trabajar con temor, y sin el respaldo de la comunidad, los docentes reclamamos la reflexión de la sociedad, la mesura y prudencia de los medios de comunicación, y por sobre todas las cosas la valentía, capacidad y ecuanimidad de los operadores de justicia al tratar las denuncias de abuso contra docentes, cuya proliferación en los últimos tiempos deja al descubierto su falacia.
¿Podríamos creer que se haya desatado una pandemia de abuso sexual contra infantes en edad preescolar entre los docentes, sobre todo los de materias especiales: música y educación física principalmente?
Aunque también se encuentran denunciados, procesados, condenados y absueltas docentes de computación, preceptoras, y maestras jardineras.
Son cientos las denuncias en todo el país, de sur a norte y de este a oeste.
¿Qué pretenden o buscan quienes realizan estas falsas denuncias, que habitualmente se hace contra colegios privados, muchos de ellos confesionales, aunque también hay denuncias, las menos, contra colegios del Estado?
¿Por qué los jueces se apartan de las pruebas fehacientes, concretas y se aferran de manera arbitraria y absurda a informes de psicólogos y psiquiatras absolutamente incomprobables?
Los docentes, encargados de la formación de los niños, de inculcar los valores a los ciudadanos del mañana, de desempeñar una ardua tarea no valorada en su justa dimensión, nos hemos cansado de trabajar con miedo, de ver destruir nuestras vidas y las de nuestros compañeros, y decimos basta!!!.
Basta a la barbarie, y la irracionalidad de ciertos grupos dentro de la sociedad, secundados por algunos periodistas, y funcionarios judiciales.
Debido a este estado de cosas, nuestra labor se ve afectada de tal manera que los niños han pasado a ser una fuente de peligro, cuando lo que debe existir es un vínculo de cariño y protección.
¿Han quedado atrás definitivamente los años en que los docentes éramos los segundos padres y la escuela el segundo hogar de los niños?
Tenemos que salvar el vínculo docente-niño, y sólo con cordura y objetividad por parte de quienes traten estos temas: padres, periodistas, operadores de justicia, esto se podrá lograr.
De lo contrario nuestra sociedad estará irremediablemente perdida, ya que la educación es el pilar de una sociedad civilizada.

A continuación, el manifiesto fundacional que emitió el grupo "Los docentes decimos basta":

"El día 30 de octubre se cometió el salvaje ataque del Profesor de Música Marcelo Fabián Pecollo, en la catedral de Morón, presuntamente por parte de quienes con anterioridad lo habían denunciado por supuestos abusos de sus hijos menores, ocasionándole la muerte en días posteriores.

Días atrás el tribunal oral criminal Nro IV de Morón condenó al Profesor de Educación Física Mariano Volta a la pena de 22 años de prisión por abusos sin prueba alguna, de la misma manera la Sala V del Tribunal de Casación Penal de la provincia de Buenos Aires, revocó la sentencia absolutoria del Profesor de Música Lucas Puig, cediendo a las presiones mediáticas y de los denunciantes.

Ante ello, y hartos de las agresiones, de las denuncias falsas, de trabajar con temor, y sin el respaldo de la comunidad, los docentes reclamamos la reflexión de la sociedad, la mesura y prudencia de los medios de comunicación, y por sobre todas las cosas la valentía, capacidad y ecuanimidad de los operadores de justicia al tratar las denuncias de abuso contra docentes, cuya proliferación en los últimos tiempos deja al descubierto su falacia.

¿Podríamos creer que se haya desatado una pandemia de abuso sexual contra infantes en edad preescolar entre los docentes, sobre todo los de materias especiales: música y educación física principalmente?

Aunque también se encuentran denunciados, procesados, condenados y absueltas docentes de computación, preceptoras, y maestras jardineras. Son cientos las denuncias en todo el país, de sur a norte y de este a oeste.

¿Qué pretenden o buscan quienes realizan estas falsas denuncias, que habitualmente se hace contra colegios privados, muchos de ellos confesionales, aunque también hay denuncias, las menos, contra colegios del Estado? ¿Por qué los jueces se apartan de las pruebas fehacientes, concretas y se aferran de manera arbitraria y absurda a informes de psicólogos y psiquiatras absolutamente incomprobables?

Los docentes, encargados de la formación de los niños, de inculcar los valores a los ciudadanos del mañana, de desempeñar una ardua tarea no valorada en su justa dimensión, nos hemos cansado de trabajar con miedo, de ver destruir nuestras vidas y las de nuestros compañeros, y decimos basta!!!

Basta a la barbarie, y la irracionalidad de ciertos grupos dentro de la sociedad, secundados por algunos periodistas, y funcionarios judiciales. Debido a este estado de cosas, nuestra labor se ve afectada de tal manera que los niños han pasado a ser una fuente de peligro, cuando lo que debe existir es un vínculo de cariño y protección. ¿Han quedado atrás definitivamente los años en que los docentes éramos los segundos padres y la escuela el segundo hogar de los niños?

Tenemos que salvar el vínculo docente-niño, y sólo con cordura y objetividad por parte de quienes traten estos temas: padres, periodistas, operadores de justicia, esto se podrá lograr. De lo contrario nuestra sociedad estará irremediablemente perdida, ya que la educación es el pilar de una sociedad civilizada".

El grupo difundió un mail de contacto: losdocentesdecimosbasta@gmail.com

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