En aplicación del presupuesto 2018 que impuso con su escuálida mayoría propia en el Concejo Deliberante moronense y que prevé un severo ajuste en áreas como Salud, Seguridad y Educación, el intendente Ramiro Tagliaferro inauguró su tercer año de gestión con otra ola de despidos de trabajadores municipales.

Los despidos alcanzan a trabajadores de numerosas áreas sensibles del Estado local tales como Desarrollo Infantil, Niñez y Juventud, Empleo, la Casa de Abrigo para personas en situación de calle, Políticas Ambientales, Vialidad, Higiene, Educación y Salud.

Lo curioso es que este enorme recorte que afectará directamente los servicios que se brindan a los vecinos se da en paralelo a un fenomenal impuestazo: a las casas de los vecinos ya llegan boletas municipales con aumentos que superan largamente el 50% anunciado. ¿Tagliaferro no confiará tampoco en la meta de inflación del 15% formulada por el gobierno macrista?

Desde Unidad Ciudadana (UC) salieron a cuestionar con dureza los nuevos despidos masivos de trabajadores y llamaron a que el jefe comunal revea la medida: "Pedimos explicaciones y que el Gobierno Municipal rinda cuentas de esta situación. Exigimos que se produzca la inmediata reincorporación del 100 por ciento de los despidos injustificados que afectan la calidad de los servicios que brinda el municipio".

"Estos nuevos despidos refuerzan el vaciamiento de las políticas públicas y el retroceso en el acceso a derechos desde la asunción de Tagliaferro", agregó el bloque de concejales de la UC y prometió "acompañar a los trabajadores, las trabajadoras y a sus familias y no permitir que se sigan vulnerando los derechos básicos de toda sociedad como lo son la libertad y el trabajo".