Ex Gallos, de Primera
DEPORTIVO MORÓN

Ex Gallos, de Primera

Una de las mayores alegrías que puede tener el hincha de un club, es jactarse que un jugador surgido de sus divisiones menores, se destaque, triunfe y emigre hacia otros horizontes más importantes. Deportivo Morón no es la excepción y sus hinchas lucen con orgullo el hecho que varios Gallos lo hayan conseguido.

Por Charly Artesi // Jueves 30 de abril de 2015 | 09:38

Aunque Morón no puede conseguir el ascenso que tanto anhela y por el momento no surjan tantos juveniles, siempre habrá un Gallo que cante alto.

 

Deportivo Morón
Ex Gallos, de Primera.
Una de las mayores alegrías que puede tener el hincha de un club, es jactarse que un jugador surgido de sus divisiones menores, se destaque, triunfe y emigre hacia otros horizontes más importantes. Deportivo Morón no es la excepción y sus hinchas lucen con orgullo el hecho que varios Gallos lo hayan conseguido. Más allá del agrado o no de cada uno, algo que nunca es fácil de coincidir, hay ejemplos que la realidad avala.
Dos de sus máximos exponentes están en Europa (más precisamente en Italia). Uno de los casos es el de Hugo Campagnaro que de Morón pasó sin escalas al Viejo Continente. Jugó en Piacensa, Sampdoria, Nápoli y actualmente en el Inter de Milán. Eso le valió llegar a la Selección Nacional y jugar el Mundial Brasil 2014. El otro caso es el de Diego Perotti que partió al Sevilla de España y, luego de varias temporadas tuvo un paso fugaz por Boca Jrs. y actualmente está en el Genoa de Italia, aunque ahora se lesionó. Perotti también jugó un par de partidos en la Selección Nacional.
En el fútbol local, la lista se agrandó. Román Martínez (también estuvo en España) juega en Estudiantes de La Plata donde ahora lo acompaña Matías Orihuela, ambos jugaron la Copa Libertadores. Otro caso es Enrique Quique Secccafién que ascendió a Primera con Aldosivi de Mar del Plata (antes estuvo en México y Rosario Central). Otro que llegó a Primera, con del doble ascenso de Temperley, es Javier Grbec (también jugó en el fútbol Esloveno). También hay un par de casos de jugadores que no surgieron de las Inferiores de Morón pero se destacaron y luego hicieron su camino a Primera: Pichi Mercier, consagrado en San Lorenzo y campeón de la Libertadores y Wanchope Ábila en Huracán, partícipe del ascenso, la Copa Argentina y la Supercopa Argentina. Seguramente habrá más casos. Aunque Morón no puede conseguir el ascenso que tanto anhela y por el momento no surjan tantos juveniles, siempre habrá un Gallo que cante alto.

Más allá del agrado o no de cada uno, algo que nunca es fácil de coincidir, hay ejemplos que la realidad avala.

Dos de sus máximos exponentes están en Europa (más precisamente en Italia).

Uno de los casos es el de Hugo Campagnaro que de Morón pasó sin escalas al Viejo Continente. Jugó en Piacensa, Sampdoria, Nápoli y actualmente en el Inter de Milán. Eso le valió llegar a la Selección Nacional y jugar el Mundial Brasil 2014.

El otro caso es el de Diego Perotti que partió al Sevilla de España y, luego de varias temporadas tuvo un paso fugaz por Boca Jrs. y actualmente está en el Genoa de Italia, aunque ahora se lesionó. Perotti también jugó un par de partidos en la Selección Nacional.

En el fútbol local, la lista se agrandó. Román Martínez (también estuvo en España) juega en Estudiantes de La Plata donde ahora lo acompaña Matías Orihuela, ambos jugaron la Copa Libertadores.

Otro caso esque ascendió a Primera con Aldosivi de Mar del Plata (antes estuvo en México y Rosario Central). Otro que llegó a Primera, con del doble ascenso de Temperley, es Javier Grbec (también jugó en el fútbol Esloveno). También hay un par de casos de jugadores que no surgieron de las Inferiores de Morón pero se destacaron y luego hicieron su camino a Primera: Pichi Mercier, consagrado en San Lorenzo y campeón de la Libertadores y Wanchope Ábila en Huracán, partícipe del ascenso, la Copa Argentina y la Supercopa Argentina. Seguramente habrá más casos. Aunque Morón no puede conseguir el ascenso que tanto anhela y por el momento no surjan tantos juveniles, siempre habrá un Gallo que cante alto.

FOTO:   hugo campagnaro y Diego Perotti

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