
De 1921 a 1933 la marcha institucional no era estable, no había sede, ni libro de actas. Se pasaba de lugar en lugar y para los años 1931/32 las reuniones se realizaban en la casa de la familia Piparola, en Juncal 153, y en 1933 se cambia a Los Altos de Pastre (lugar histórico ya que era un almacén con altos, que funcionó como posta y donde luego, en los 60 se construyo el Cine Gran Ituzaingó). Es allí donde se decide intentar la aventura.
Redacción El diario // Lunes 07 de noviembre de 2016 | 13:52
Cuenta nuestra gente mayor que la conquista del campeonato del oeste en 1933 fue determinante, aunque ya se había logrado en 1926 con este equipo C. Ferrando, Alfredo F errando, A. Melano, G. Paulino, D. Andriani, P. Huzal, Aníbal Ferrando, Glosclaude, E. Airola, J. Perry y A. Meseta.
En 1934 la alegría y el entusiasmo por aquella conquista fueron el motor imparable para comenzar la historia grande del club. Alfredo Ferrando fue el padre de la idea, quien la impulso y junto a todos tras ese ideal y de manera conmovedora socios y vecinos colaboran con donaciones. Aquellos que estaban desocupados iban a trabajar a la obra gratuitamente, cada uno en su oficio.
Los otros, al llegar en el atardecer de sus empleos, si iban para los Pozos a culminar el día trabajando en la obra. Así, con el esfuerzo de todo un pueblo, nació la sede social, orgullo para la época. Ya no era solo futbol. En 1936 comienza la construcción de la Parroquia San Judas Tadeo, se re planifica la plaza 20 de febrero y el club pierde su cancha.
Es entonces que se traslada a los terrenos actuales en Mariano Acosta y Pacheco, se ponen los arcos y con el tiempo se levanta como vestuario una casilla de chapa que compartían locales, visitantes y árbitros, a su salida una bomba de agua manual, como única opción para refrescarse, después de darle manija un tiempo largo, piso de tierra, de ducha, ni hablar y después de cada tormenta había que re clavar las chapas.