Hace quince días, luego de que las madres y padres de los alumnos de la escuela hayan mostrado la situación de la institución, el Municipio comenzó una obra que duró dos días de trabajo. Anunciaron que iban a mejorar los baños, pero trabajaron durante dos días y no volvieron, dejando los materiales a la intemperie y a cientos de chicos compartiendo dos baños químicos.

Durante las ocho horas que están en la escuela, los alumnos tienen que hacer sus necesidades en un baño compartido. “Algunos chicos se aguantan las ocho horas y llegan corriendo a la casa para ir al baño”, contó Verónica, mamá de un alumno.

Por otra parte está la situación de los salones sin pintura, faltan cerraduras y más de una vez se quedaron encerrados adentro, tampoco andan las estufas. “Pusieron un cartel que dice que están arreglando la escuela con un millón de pesos, ¿Qué está pasando? ¿Dónde está esa plata?”, expresó la vecina.

Además, las madres mostraron su preocupación por la alimentación de sus hijos en los horarios escolares. “Les dan té con pan, pero ni siquiera un pan para cada uno. Lo comparten entre varios nenes”, sentenció y añadió: “Lo mismo pasa con la fruta, dividen una mandarina en dos porque no hay más que comer”.