50 años de la Escuela Secundaria N° 2 de Haedo
LA COMUNIDAD EDUCATIVA PREPARA GRANDES FESTEJOS

50 años de la Escuela Secundaria N° 2 de Haedo

La Escuela de Educación Secundaria Nº 2 Congreso de Tucumán de Haedo cumple 50 años desde su fundación. El aniversario será conmemorado en un acto a realizarse el 13 de julio y luego habrá una kermés con entretenimientos. La gran celebración por el cincuentenario -en tanto- se realizará el día 6 de octubre, un festejo en cuya preparación trabajan docentes, alumnos y comunidad.

50 años de la Escuela Secundaria N° 2 de Haedo

Por Maricarmen Almada // Viernes 10 de julio de 2015 | 08:24

Aquel colegio que se inició con un puñado de chicos y una portera, en la actualidad cuenta con 1.200 estudiantes, en los dos turnos y 19 personas encargadas de la limpieza.

 

LA COMUNIDAD EDUCATIVA PREPARA GRANDES FESTEJOS
50 años de la Escuela Secundaria N° 2 de Haedo
Por Maricarmen Almada
____________________
La Escuela de Educación Secundaria Nº 2 Congreso de Tucumán de Haedo cumple 50 años desde su fundación. El aniversario será conmemorado en un acto a realizarse el 13 de julio y luego habrá una kermés con entretenimientos. La gran celebración por el cincuentenario -en tanto- se realizará el día 6 de octubre, un festejo en cuya preparación trabajan docentes, alumnos y comunidad.
En 1962 comenzó el sueño de los vecinos por fundar una secundaria para la comunidad de Haedo. Tres años después, el 9 de julio de 1965, comenzaban a cursar los primeros alumnos que hasta entonces no habían podido completar su educación por carecer de un colegio secundario.
“La Base Aérea de El Palomar construyó el edificio inicial de madera, conformado por diez aulas, baños y la administración en un predio cedido por la gobernación” recuerda Julio Palucci, docente que está en el establecimiento desde hace 46 años.
Aquel colegio que se inició con un puñado de chicos y una portera, en la actualidad cuenta con 1.200 estudiantes, en los dos turnos y 19 personas encargadas de la limpieza.
Así comenzaron con un establecimiento de aulas apretadas por más de 40 alumnos en cada división y produciendo bachilleres especializados en varias ramas. Hay cinco modalidades: Economía y gestión; Ciencias Sociales, Ciencias Naturales, Comunicación y Artes Visuales.
Tiempo de pioneros
En 1978, al establecimiento habían llegado las hermanas María y Marta Vitale, ambas se sucedieron en la dirección del colegio y le pusieron su impronta. “La vida de ellas era la escuela. Eran dos bestias de trabajo” cuenta la docente Raquel Iglesias, que está en el colegio desde hace 25 años.
Durante su gestión renovaron el gimnasio, la biblioteca, la sala de videos, de computación, la sala de máquinas de escribir, donde se dictaban dactilografía y taquigrafía.
“La cooperadora de padres era tan fuerte que vinieron los directivos de laboratorios ASTRA para construir un laboratorio extraordinario que hasta hoy existe y que fue permanentemente modernizado” cuenta Ana Siciliano, otra docente que está en el colegio desde 1986.
“La mayoría de los profesores eran excelentes; también los preceptores. Todos nos ayudábamos- recuerda Ana- En un día de paro nos veníamos a trabajar al colegio y arreglábamos bancos, pintábamos los pizarrones. Teníamos una verdadera vocación”.
Raquel recuerda: “Me impactó mucho la fiesta de la primera promoción. La directora (era una de las hermanas Vitale) compró mucho metros de terciopelo. Nos tirábamos al piso para medir lo que luego serían los telones y adornos”.
Con el alma abierta por la emoción, habla Graciela Vacchina quien se crió en el colegio y cuando falleció su madre continuó en su cargo: “Tenía 9 años cuando mamá llegó al establecimiento como portera y casera. De acá han salido muy buenos profesionales que hoy veo en la calle y me dicen que a esta escuela le deben mucho. A mí los 50 años me movilizan mucho. Mi hijo hizo acá todos sus estudios y hoy es periodista en radio” dice con orgullo.
Por cierto, la escuela cuenta con una radio interna donde los alumnos dan sus noticias y colocan su música preferida.
Los nuevos tiempos
La nueva directora es Silvia Maucci, una persona de empuje y que gestiona mucho para la escuela, y el vicedirector Adolfo Deandreis, un hombre cálido que siempre trata de armonizar las distintas situaciones.
“Los dos nos piden opinión porque hace mucho que estamos” dicen las pioneras.
“Aún cuando ya terminaron, los chicos vienen a saludar y nos dicen que teníamos razón en las cosas de la vida” concluyen.
En la comunidad nadie es ajeno al aniversario de la Nº 2 porque la escuela desde hace medio siglo aporta soluciones al vecindario.
El paso por la escuela es siempre un paso por el interior de las personas que ya nunca serán las mismas. Y el festejo que se viene es un abrazo de la gente que la vio crecer y de los alumnos que hoy crecen a su lado. Tamaña paradoja del tiempo.

En 1962 comenzó el sueño de los vecinos por fundar una secundaria para la comunidad de Haedo. Tres años después, el 9 de julio de 1965, comenzaban a cursar los primeros alumnos que hasta entonces no habían podido completar su educación por carecer de un colegio secundario.

“La Base Aérea de El Palomar construyó el edificio inicial de madera, conformado por diez aulas, baños y la administración en un predio cedido por la gobernación” recuerda Julio Palucci, docente que está en el establecimiento desde hace 46 años.

Aquel colegio que se inició con un puñado de chicos y una portera, en la actualidad cuenta con 1.200 estudiantes, en los dos turnos y 19 personas encargadas de la limpieza.

Así comenzaron con un establecimiento de aulas apretadas por más de 40 alumnos en cada división y produciendo bachilleres especializados en varias ramas. Hay cinco modalidades: Economía y gestión; Ciencias Sociales, Ciencias Naturales, Comunicación y Artes Visuales.

 

Tiempo de pioneros

En 1978, al establecimiento habían llegado las hermanas María y Marta Vitale, ambas se sucedieron en la dirección del colegio y le pusieron su impronta. “La vida de ellas era la escuela. Eran dos bestias de trabajo” cuenta la docente Raquel Iglesias, que está en el colegio desde hace 25 años.

Durante su gestión renovaron el gimnasio, la biblioteca, la sala de videos, de computación, la sala de máquinas de escribir, donde se dictaban dactilografía y taquigrafía.

“La cooperadora de padres era tan fuerte que vinieron los directivos de laboratorios ASTRA para construir un laboratorio extraordinario que hasta hoy existe y que fue permanentemente modernizado” cuenta Ana Siciliano, otra docente que está en el colegio desde 1986.

“La mayoría de los profesores eran excelentes; también los preceptores. Todos nos ayudábamos- recuerda Ana- En un día de paro nos veníamos a trabajar al colegio y arreglábamos bancos, pintábamos los pizarrones. Teníamos una verdadera vocación”.

Raquel recuerda: “Me impactó mucho la fiesta de la primera promoción. La directora (era una de las hermanas Vitale) compró mucho metros de terciopelo. Nos tirábamos al piso para medir lo que luego serían los telones y adornos”.

Con el alma abierta por la emoción, habla Graciela Vacchina quien se crió en el colegio y cuando falleció su madre continuó en su cargo: “Tenía 9 años cuando mamá llegó al establecimiento como portera y casera. De acá han salido muy buenos profesionales que hoy veo en la calle y me dicen que a esta escuela le deben mucho. A mí los 50 años me movilizan mucho. Mi hijo hizo acá todos sus estudios y hoy es periodista en radio” dice con orgullo.

Por cierto, la escuela cuenta con una radio interna donde los alumnos dan sus noticias y colocan su música preferida.

 

Los nuevos tiempos

La nueva directora es Silvia Maucci, una persona de empuje y que gestiona mucho para la escuela, y el vicedirector Adolfo Deandreis, un hombre cálido que siempre trata de armonizar las distintas situaciones.

“Los dos nos piden opinión porque hace mucho que estamos” dicen las pioneras.

“Aún cuando ya terminaron, los chicos vienen a saludar y nos dicen que teníamos razón en las cosas de la vida” concluyen.

En la comunidad nadie es ajeno al aniversario de la Nº 2 porque la escuela desde hace medio siglo aporta soluciones al vecindario.

El paso por la escuela es siempre un paso por el interior de las personas que ya nunca serán las mismas. Y el festejo que se viene es un abrazo de la gente que la vio crecer y de los alumnos que hoy crecen a su lado. Tamaña paradoja del tiempo.

 

Compartir

Comparte en Facebook Comparte en Twitter Comparte en Google+ Enviar a un amigo Imprimir esta nota