El concejal Juan Nardo, una de las espadas del intendente Ramiro Tagliaferro en el Concejo Deliberante de Morón, se apersonó este miércoles en la parada de taxis de Castelar para amenazar a los tacheros con un veto del jefe comunal a la ordenanza sancionada el lunes en el HCD que les reconoce su lugar de trabajo en Castelar Norte.

Pero este episodio es algo más que un nuevo capítulo de Nardo enardecido. Ocurre que el macrismo moronense exhibe un interés muy particular en este tema.

Poco tiempo atrás, el propio hermano del intendente, Leandro Tagliaferro, se había acercado a la parada de taxis en Castelar para intimidar a los trabajadores y dejar en claro que se iba a hacer todo lo necesario para frenar el proyecto, impulsado en el Concejo por el bloque del Frente para la Victoria (FpV). Leandro T se involucra personalmente sólo cuando se trata de asuntos de interés profundo del jefe comunal.

No sería la única maniobra desesperada del PRO. Cuando el FpV solicitó incorporar el proyecto en la orden del día de la sesión extraordinaria convocada para el pasado lunes, la presidenta del bloque oficial, la aliada al PRO Analía Zapulla, chequeó con las autoridades pertinentes (Dirección de Tránsito), tras lo cual avaló su inclusión en el temario. A partir de esto, la titular en funciones del Concejo, Natalín Faravelli (PRO pura), incorpora el expediente.

Una vez que empezó a circular la orden del día, con el proyecto de la parada de taxis incluido, desde el oficialismo empezaron a mover cielo y tierra para sacarlo del temario.

El Ejecutivo presionó a su bloque en el Concejo para forzar que el expediente fuera extraído del orden del día de la jornada legislativa que ya había sido oficializado y hecho circular entre los despachos de todos los ediles, una maniobra insólita y que no pudo prosperar.

Así las cosas, se llegó a la sesión con un clima enrarecido por las extrañas maniobras del PRO.

Con los trabajadores de taxis presentes en el recinto, la presidenta del bloque Cambiemos hizo un último intento por frenar el tratamiento del expediente y pidió enviarlo al Ejecutivo para su revisión, una forma clásica de cajonear los asuntos incómodos.

La intentona no tuvo éxito y el Honorable Concejo Deliberante (HCD) debatió y aprobó el proyecto por 12 votos a 11.

Se expresaron a favor las bancadas del FpV y el Frente Renovador, mientras que el bloque oficialista Cambiemos y el bloque para-oficialista Frente Renovador de los Trabajadores se opusieron a la medida que resguardará la fuente laboral de los trabajadores de taxis.