Aliados, el PRO y el Frente Renovador en el Concejo Deliberante declararon al Distrito en emergencia económica a pedido de Tagliaferro. El intendente queda habilitado para despedir trabajadores sin motivo y realizar compras sin llamar a licitación. Incidentes en el HCD.
Redacción El diario // Lunes 18 de enero de 2016 | 14:41
A pedido del intendente del PRO, Ramiro Tagliaferro, en una sesión con ribetes escandalosos, el macrismo y el massismo declararon a Morón en "emergencia administrativa, económica y financiera" por el término de un año. La polémica propuesta del Ejecutivo local fue rechazada por el Frente para la Victoria y la bancada socialista.
En apenas dos carillas, el proyecto de ordenanza enviado por el intendente declara la emergencia y la fundamenta, aunque sin dar precisiones sobre el porqué de la medida.
Lo cierto es que el proyecto de ordenanza avalado hoy por el massismo moronense habilita al intendente a echar trabajadores sin justificación.
Del mismo modo, se autoriza que el jefe comunal realice compras y contrataciones directas, sin pasar por mecanismos de control y transparencia como los llamados a licitación.
Asimismo, concejales massistas y macristas aceptan ceder al Ejecutivo el rol de "control" propio del poder legislativo, con lo cual el intendente contará con facultades extraordinarias. El presidente del bloque de concejales del Frente para la Victoria, Hernán Sabbatella, resumió: “Tagliaferro se cree emperador".
El comienzo de la sesión se vio empañado por incidentes protagonizados por militantes del PRO, quienes hostigaron e insultaron a concejales opositores, accionar a ojos vista contrario al espíritu democrático declamado.
La jefa del bloque macrista, Analía Zapulla, admitió los lamentables hechos pero atribuyó a la "falta de experiencia" de la presidenta del HCD, Natalín Faravelli, los incidentes producidos.
La militancia macrista que copó las gradas del Concejo Deliberante impidió que pudieran ingresar al recinto numerosos vecinos que se acercaron, que debieron seguir el debate por televisión.
Como en viejas épocas, el HCD estuvo fuertemente custodiado y no solo a vecinos sino también a periodistas se hizo difícil el ingreso al recinto.
Los controles dispuestos por el macrismo no se constriñeron a la selección de quién ingresaba y quién no al Concejo, sino también el despliegue de una docena de efectivos de la policía local, fuerza creada para prevenir delitos y cuidar a los vecinos pero que, en esta ocasión, fue usada para custodiar a los concejales.