
Dice un tango de Gardel que 20 años no es nada, minga que no es nada. Este redactor pisaba las puertas del diario en Marzo del año 2002. Numero 200 del diario y su primer columna en el mismo.
Por Luis Gambino // Jueves 31 de marzo de 2022 | 13:42
Como se explican 20 años; sencillo, quien redacta andaba por los 47, tenía un hijo de 20 y no era abuelo. Hoy llegó a los 67, su descendiente llegó a los 40 y su nieto 5. La vida continúa.
En Marzo del 2022 el Diario de Morón va por el número 901, a saber 701 columnas, innumerables notas deportivas y no deportivas, pertenencia. Léase camiseta puesta en la bendita oficina de San Martín al 100. Lugar en donde pude conocer grandes periodistas pero sobre eso, grandes personas. La mayoría se dispersó y los fue llevando a otros lugares, léase espacio en medios nacionales gravitantes, mientras otros tomaron diferentes caminos.
Redacción en donde se pasaba cada día, se vieron mundiales, se festejaba cada 24 y 31 de diciembre hasta bien entrada la tarde desde el mediodía. Puertas para afuera pasaron en estos 20 años 3 intendentes, 5 presidentes, dos papas, y el Gallo se mudó de estar cerca de aquel diario a 10 cuadras mas; Matreros volvió a Morón y se desparramaron por el mundo deportistas de la ciudad que integraron selecciones no sin antes ser entrevistados como Demián González y Nicolas Laprovvittola. Hasta tuvimos en redacción al manager de la medalla dorada 2004 en Atenas, Alejandro Cassetai. Ya esa oficina no está, y hoy trabajamos sin vernos las caras gracias a la evolución de la tecnología y en desmedro de lo más valorado.
El Chiste de los lunes por el fútbol, el festejo personal o la bronca por como salía Deportivo Morón. Dicen que aferrarse al pasado no es bueno, no estoy tan convencido. Desde esta columna, hoy no habrá noticia por leer, solo el agradecimiento a cada uno de quienes compartieron tantos años plagados de afecto volcado en periodismo y a quien confió en mi, por aquel entonces Javier Romero; hoy más conocido como el “Profe”.
Como se explican 20 años; sencillo, quien redacta andaba por los 47, tenía un hijo de 20 y no era abuelo. Hoy llegó a los 67, su descendiente llegó a los 40 y su nieto 5. La vida continúa.