Deportivo Morón (dirigido por la dupla Sergio Lara-Sebastián Sibelli) ya sin la base del equipo de antes de la suspensión, tuvo un andar un tanto irregular.

A pesar  de eso, un triunfo, tres empates y tres derrotas, bastaron para que El Gallo se clasifique a la etapa final. La misma se jugó a un solo partido con eliminación directa. En la primera eliminatoria Morón superó a Villa Dálmine (2-1), pero en la segunda instancia perdió con Dep. Riestra (0-1) y quedó eliminado.

El balance fue positivo ya que El Gallo contó con un plantel corto y con varios juveniles del Club. Con el final de la competencia también terminó el vínculo de la dupla técnica con el Club. La nueva conducción apostó a un nuevo proyecto y así llegó el cuerpo técnico encabezado por Lucas Bovaglio quien también renovó el plantel.

Entre los que se fueron hubo dos referentes como Nico Martínez y Emiliano Mayola

(ambos campeones en 2017). Con parte de la base del plantel anterior más algunas incorporaciones, Bovaglio necesitó varias fechas y algunos tropiezos para encontrar la base del equipo. Morón integró la Zona B, en la cual tras un comienzo auspicioso le siguieron algunos malos resultados lo fueron complicando. A partir de la décima fecha fue apareciendo el equipo y su rendimiento fue de menor a mayor. La llegada de algunos refuerzos (Bruno Galván, Lucas Abascia, Brian Orozco, Mateo Levato) más la reinserción de Cristian Lillo (en un principio no tenido en cuenta), apoyados en la experiencia de Gustavo González y Cristian Broggi, le dieron el salto de calidad necesario.

El crecimiento fue fluctuando entre triunfos y derrotas. A pesar de su irregularidad Morón siempre estuvo en los puestos de vanguardia, peleando por uno de los tres lugares para el Torneo Reducido.

De a poco se fue erigiendo en protagonista y así logró clasificar a la Copa Argentina 2022 (tras tres años de no jugarla). En el tramo final del Torneo y cuando parecía que se quedaba sin nada El Gallo arremetió con personalidad, oficio y convicción, logró un resonante triunfo ante Güemes, en Santiago del Estero y se clasificó al Reducido por segundo ascenso a Primera.

Superando las expectativas iniciales, sin nada que perder y todo por ganar a Morón le tocó enfrentar a Quilmes, uno de los candidatos. Tras dos empates (2 a 2 en el Nuevo Francisco Urbano y 1 a 1 en el Sur), en los cuales El Gallo fue superior a su rival tanto en el juego como en las ocasiones generadas. El pase de ronda se definió por penales con una alta efectividad. Morón solo malogró una ejecución (5-4) y así quedó eliminado. El equipo cayó de pie y con la frente alta, sin nada que reprocharse.

A su manera entregó todo, hasta dio la sensación que estaba para más.  La ilusión y el sueño de Morón de volver a Primera siguen muy vivos. En un mismo año logró tener dos oportunidades, eso es muy positivo.

Más aún teniendo en cuenta los diecisiete años que le costó salir de la B para intentarlo. En el horizonte de Morón el futuro asoma promisorio.

Más temprano que tarde ese futuro tendrá que hacerse presente. Su gente lo sabe.