Atrás había quedado la amplia victoria ante CUQ por 34-10 ante una nutridísima tribuna que entonaba canciones futboleras heredadas de sus hermanos “Gallos”
REGRESO DEL RUGBY A LA CIUDAD Y A LA PRIMERA
Los Matreros vuelve a Morón con el ascenso bajo el brazo
Por Luis Gambino
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No siempre los finales de una historia son tan felices. Había que ver al “Bebe” Castila con sus juveniles 92 años, más que los que tiene Matreros, disfrutando del escenario que lo tuvo desde todos los sitios posibles como protagonista; en el mismo marco “Nolo” Aguirre, fordward de los 50, no lejos “ Cholo” Ferrari con más de 60 años en el club, y siguen en la lista entre otros Aníbal Sellares, “Petete” Bendini, el “Negro” Di Diego, el “Toba” Dobal, el “Sapo” Albini, Daniel García (orgulloso papá de “Rulo”), “Pancho” Boreano, “Curly” Amorisa, la familia Del Busto en pleno, el “Gallego” Piñeiro, el “Vasco” Ugartemendía con todos sus hermanos y otros cientos que tuvieron el honor de vestir la camiseta y hoy los tienen como amantes de la misma.
Atrás había quedado la amplia victoria ante CUQ por 34-10 ante una nutridísima tribuna que entonaba canciones futboleras heredadas de sus hermanos “Gallos”, el ascenso al Grupo I y la despedida oficial de un predio en Villa Malaver que los había cobijado por más de 30 años.
El partido, una anécdota en donde del principio al fin fue monopolizado por Matreros que ya ganaba a los tres minutos, tuvo entre ceja y ceja el ascenso a tiro y lo atesoró. Como dato no menor, Diego Repetto, uno de los máximos referentes del cuerpo técnico, es hijo de “Patán” y descendiente de fundadores. La gran familia del rugby de la ciudad, en donde no siempre se piensa igual pero los une la camiseta, estaba de grandes festejos en un tercer tiempo que se extendió hasta la madrugada pero que finalizó en Morón.
Los carteles desplegados por el barrio aludían a la felicitación oficial por el logro deportivo y a la bienvenida por el retorno a la misma que los tendrá nuevamente cobijados pero ahora en los terrenos de la base en un complejo para el orgullo dotado de cuatro canchas de rugby, una de hockey, vestuarios, confitería, parrilla, gimnasio, arroyo interno y un amplio lugar para estacionar en el lugar ubicado en Castelar Sur. Como para ir sentando bases para el gran club que el mundo del Rugby y el Hockey de la ciudad necesitan.
Del querido y glorioso “Cemento” frente a las vías a Moreno y de ahí a la “Base”, cuentan por el pago que lo mejor está por venir.
Había que ver al “Bebe” Castila con sus juveniles 92 años, más que los que tiene Matreros, disfrutando del escenario que lo tuvo desde todos los sitios posibles como protagonista; en el mismo marco “Nolo” Aguirre, fordward de los 50, no lejos “ Cholo” Ferrari con más de 60 años en el club, y siguen en la lista entre otros Aníbal Sellares, “Petete” Bendini, el “Negro” Di Diego, el “Toba” Dobal, el “Sapo” Albini, Daniel García (orgulloso papá de “Rulo”), “Pancho” Boreano, “Curly” Amorisa, la familia Del Busto en pleno, el “Gallego” Piñeiro, el “Vasco” Ugartemendía con todos sus hermanos y otros cientos que tuvieron el honor de vestir la camiseta y hoy los tienen como amantes de la misma.

Atrás había quedado la amplia victoria ante CUQ por 34-10 ante una nutridísima tribuna que entonaba canciones futboleras heredadas de sus hermanos “Gallos”, el ascenso al Grupo I y la despedida oficial de un predio en Villa Malaver que los había cobijado por más de 30 años.
El partido, una anécdota en donde del principio al fin fue monopolizado por Matreros que ya ganaba a los tres minutos, tuvo entre ceja y ceja el ascenso a tiro y lo atesoró. Como dato no menor, Diego Repetto, uno de los máximos referentes del cuerpo técnico, es hijo de “Patán” y descendiente de fundadores. La gran familia del rugby de la ciudad, en donde no siempre se piensa igual pero los une la camiseta, estaba de grandes festejos en un tercer tiempo que se extendió hasta la madrugada pero que finalizó en Morón.

Los carteles desplegados por el barrio aludían a la felicitación oficial por el logro deportivo y a la bienvenida por el retorno a la misma que los tendrá nuevamente cobijados pero ahora en los terrenos de la base en un complejo para el orgullo dotado de cuatro canchas de rugby, una de hockey, vestuarios, confitería, parrilla, gimnasio, arroyo interno y un amplio lugar para estacionar en el lugar ubicado en Castelar Sur. Como para ir sentando bases para el gran club que el mundo del Rugby y el Hockey de la ciudad necesitan.
Del querido y glorioso “Cemento” frente a las vías a Moreno y de ahí a la “Base”, cuentan por el pago que lo mejor está por venir.