(Por Débora Ascencio) A partir de marzo comienza a regir la nueva fórmula de movilidad jubilatoria que consolida la pérdida de poder adquisitivo de las jubilaciones, pensiones y asignaciones experimentada desde la llegada de Cambiemos: 6,8% en el haber mínimo con respecto a 2015. Pero además...
Lunes 19 de febrero de 2018 | 09:26
Pero además, según un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) con la nueva Ley los jubilados de la mínima –incluso con el bono adicional por única vez– en el acumulado anual cobrarán 1.483 pesos menos en caso de haber realizado aportes y 3.635 pesos menos en caso de no haberlos realizado. La eliminación de la moratoria jubilatoria desarma un sistema inclusivo que permitía a todos los adultos mayores gozar de los mismos derechos y las mujeres son las que más pierden.
La nueva Ley de movilidad jubilatoria introdujo modificaciones sustanciales a la que regía desde 2008. En la versión anterior, jubilaciones y pensiones tenían garantizados dos aumentos por año: en marzo y septiembre, según un coeficiente que promediaba la variación de los salarios de la economía con la variación de la recaudación tributaria semestral, con un rezago de 6 a 12 meses. Con la nueva Ley, el coeficiente de actualización de jubilaciones y pensiones pasa a estar compuesto en un 70 por ciento por la variación del IPC y en un 30 por ciento por la variación de los salarios, contando con cuatro actualizaciones anuales. Para los jubilados con al menos 30 años de aporte, se asegura que el haber no será menor al 82 por ciento del salario mínimo vital y móvil. Por último, en marzo se otorgará un bono por única vez de 750 pesos para jubilados con ingresos menores a 10 mil pesos, siempre y cuando, se hayan jubilado con la cantidad de aportes exigida. Los jubilados por moratoria recibirán un bono de 350 pesos y los perceptores de AUH por 400 pesos.
Un informe del Centro de Economía Política Argentina (CEPA) analiza la consolidación, bajo la nueva Ley de movilidad, de la pérdida de poder adquisitivo para jubilados y pensionados en los dos primeros años de Cambiemos, producto de la política económica llevada a cabo. Considerando el IPC-CABA, el informe corrobora una pérdida de 6,8% en el haber mínimo en comparación con el promedio de poder adquisitivo de 2015 y el de 2016/17.
Por otra parte, el informe detalla que la movilidad jubilatoria con la vieja fórmula alcanzaría, para marzo de 2018 un 13,95 por ciento, mientras que la actualización con la nueva fórmula alcanza 5,7 por ciento. Asimismo, la variación para junio de 2018 con la nueva fórmula será de 6 por ciento. Utilizando las estimaciones inflacionarias del REM-BCRA se calculó la movilidad para septiembre en 9,71 por ciento y la actualización de septiembre y diciembre con la nueva fórmula en 5,2 por ciento y 4,5 por ciento.
Incluso con el adicional mencionado, según las estimaciones de CEPA los jubilados de la mínima pierden en el acumulado anual un total de 1.483 pesos, en caso de haber realizado aportes y 3.635 en caso de no haberlos realizado. Los primeros son aproximadamente 820 mil jubilados mientras que los segundos son alrededor de 3.631.514. El resto de los jubilados pierden aún más, ya que no cuentan con ninguno de los dos beneficios mencionados. Por otra parte, vale mencionar que el bono se computa por única vez. Es decir, sólo compensa parte de lo que dejan de percibir los jubilados en 2018 pero no se extiende ni “sube el piso” de la jubilación mínima. Tampoco lo hace la compensación con el 82 por ciento móvil, que dependerá de la decisión del Gobierno de actualizar ese valor en el segundo semestre.
Se acabó la moratoria
Otro elemento central de la nueva política previsional es el fin de la moratoria (cuyo nivel de cobertura llegó al 98 por ciento en 2015), dando lugar a la creación de una pensión universal para el adulto mayor que no cuenta con los aportes suficientes, constituida por el 80 por ciento del valor del haber mínimo. El derecho a una jubilación de al menos el 82 por ciento del salario mínimo vital y móvil incluye solo a los jubilados con 30 años de aporte o más. Para CEPA, esto afecta el sesgo inclusivo que tenía la anterior modalidad, estableciendo jubilados de primera y jubilados de segunda.
LA LEONA
— En Orsai (@EnOrsai) 17 de febrero de 2018
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El fin de la moratoria previsional afecta fundamentalmente a los trabajadores y trabajadoras informales, pero muy especialmente a las mujeres. El 85 por ciento de los adultos que accedieron a moratorias previsionales son mujeres, ya que son las que llevan adelante la mayor parte del trabajo reproductivo y de cuidado (no remunerado, pero esencial para la vida en sociedad) y son gran mayoría en los trabajos más precarios e informales (el ejemplo paradigmático es el empleo doméstico con muy bajo nivel de registración). En este sentido, la nueva política previsional implementada por Cambiemos es fuertemente regresiva y excluyente.