Otra mañana aciaga en la Argentina de los tiempos de Macri. Otra jornada ignominiosa para la historia del hospital público.

En la mañana de este martes, cuando concurrieron a su lugar habitual de desempeño en el Hospital Nacional Alejandro Posadas, en la localidad moronense de El Palomar, 122 médicos, enfermeros y trabajadores de distintas áreas del centro de salud se anoticiaron de que, desde ahora, ya no tenían empleo.

Los trabajadores despedidos quisieron pedir explicaciones al director del Hospital. Pero el director designado como interventor por el macrismo, Pablo Bertoldi Hepburn, no se encontraba en su puesto de trabajo, todas las oficinas de la Dirección estaban cerradas e, invariablemente, rodeadas de personal de seguridad.

Ese mismo, penoso, cuadro de situación, con policías donde debieran transitar médicos, con uniformes en vez de delantales, pudo observarse durante toda la mañana y hasta bien entrado el mediodía en el ingreso, los pasillos y hasta el hall central del Hospital, donde los trabajadores realizaron una protesta pacífica.

Durante este martes tortuoso, todo el personal se fue enterando al llegar a su lugar de trabajo, y a través de listas, si continuaba contratado.

Entre los echados este enero, hay médicos, enfermeros, técnicos y administrativos con hasta 25 años de servicio en el prestigioso centro de salud pública emplazado en la zona oeste del Conurbano.

Cuando los trabajadores se quedan sin su medio legítimo de vida, cuando familias enteras son arrojadas al vacío, el silencio no es salud.

Sabrá el pueblo afrontar y superar esta mala hora de la Patria, ¿sabrá?

Texto: Diego Bocchio

@diegobocchio