Héctor, el supuesto dueño de una constructora en Ramos Mejía, ofrece trabajo en diversas plataformas de búsqueda laboral en Internet. Varias mujeres ya lo denunciaron por acoso. No son casos aislados: son más de 80 las jóvenes que cayeron en este aviso buscando trabajo. En medio de la crisis, las mujeres no sólo son las más afectadas a la hora de conseguir empleo sino que, además, deben enfrentar el acoso y las ofertas engañosas. Las voces de las damnificadas.
Redacción El diario // Martes 04 de julio de 2017 | 09:05
En todas las regiones del país, menos en la Patagonia, el desempleo femenino es más alto que el masculino. En el primer trimestre de 2017 la tasa de desocupación fue de 9,2 por ciento, según el informe “Trabajo e Ingresos” del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). Pero si los datos se desglosan por género: para las mujeres ese porcentaje sube a 10,2 y para los varones se reduce al 8,5 por ciento. En tiempos de crisis y ajuste, las mujeres son las más afectadas. Las desigualdades estructurales son aún más profundas si se tiene en cuenta que, en este contexto, al momento de buscar trabajo también se enfrentan al acoso y las ofertas de trabajo engañosas.
En ese marco de feminización de la pobreza, en las últimas semanas en Facebook y Twitter distintas mujeres compartieron historias de acoso ante un mismo aviso laboral publicado en Computrabajo y otros sitios de búsquedas virtuales. Detrás de la oferta estaba Héctor, el supuesto dueño de una constructora ubicada en Ramos Mejía llamada Omega Asociados. Los relatos de las chicas son calcados. A pesar de que se trataba de un puesto de secretaria/administrativa, el hombre las contactaba por WhatsApp y les hacía comentarios que evidenciaban que el trabajo no era lo que decía el perfil del anuncio. Se trata de las denominadas ofertas laborales engañosas que, en algunos casos, pueden ser el primer eslabón de un caso de trata de personas con fines de explotación laboral y/o sexual.
“Si a mí me dan ganas de ir a almorzar a Puerto Madero, vos tenés que estar dispuesta a acompañarme”, llegó a decirle Héctor a una de las postulantes. También hacía hincapié en su vestimenta, les preguntaba si eran “sensuales”, les pedía fotos de las redes sociales, hacía preguntas sobre sus parejas y les consultaba con mucho énfasis sobre su apariencia.
No son casos aislados. Después de que empezaran a emerger los relatos virtuales, las chicas se pusieron en contacto entre sí, se organizaron en red y ya son más de 80 jóvenes que cayeron en este aviso engañoso. Hay historias de hace pocas semanas y otras que datan de hasta 8 años atrás.
Mica Minelli hoy tiene 21 años. Estudia Comunicación Social en Universidad Nacional de La Matanza y vive en Haedo, al oeste del conurbano bonaerense. Llegó al aviso el año pasado en plena búsqueda laboral. Había dejado su CV en distintos portales. Héctor la contactó también por WhatsApp y la citó para una entrevista en la calle Maipú, en Ramos Mejía. Cuando ella llegó al lugar se encontró con una casa que poco tenía que ver con la fachada de la oficina de una constructora. En el lugar no había rastros de Omega Asociados. Se contactó con el hombre que la había citado creyendo que le había dado una dirección equivocada pero él le insistió con que entrara a esa dirección de todos modos.
Ella volvió a su casa y llamó al 145, la línea del Programa Nacional de Rescate y Acompañamiento a las Personas Damnificadas por el Delito de Trata, que depende del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de Nación. Las especialistas derivaron su caso a la Procuraduría de Trata y Explotación de Personas (PROTEX), que depende del Ministerio Público Fiscal. De junio del año pasado a esta parte el organismo fue recolectando distintos casos a partir de la denuncia de Micaela. Algunas denuncias anónimas y otras con nombre y apellido: todas apuntaban a la misma dirección y al mismo aviso laboral. Esa fue la punta del ovillo del expediente que hoy tramita en la Fiscalía Federal N°2 de Morón, a cargo de Carlos Hernán García. El hombre señalado por las denunciantes ya se presentó en la sede judicial y la causa se encuentra en “secreto de sumario” en plena etapa de investigación para determinar si se trató de un caso de captación para explotación laboral o sexual.
Más allá del delito que la investigación judicial determine, estos casos son la estampa de la desigualdad que enfrentamos muchas veces al momento de buscar trabajo las mujeres y cuerpos feminizados. El 20,1 por ciento de las jóvenes sub 29 está desocupada. Mientras que los varones de esa franja etaria que busca empleo y no encuentra es del 17.2. Para las chicas del conurbano esa tasa llega al 22, 5 y en la Ciudad de Buenos Aires la media de desocupación para las jóvenes de entre 18 y 24 años es del 22,5 por ciento. Los números no cifran las historias detrás de las búsquedas laborales. ¿Alguna vez a un varón le habrán preguntado si tenía hijxs o pensaba tenerlos? ¿Cómo se vestía? ¿O le pidieron que su ropa sea sensual? “Tenemos derecho a buscar trabajo tranquilas sin tener que pasar por estas situaciones”, dice Mica desde su Facebook. Y tiene razón.
Testimonios en primera persona
Micaela: "Fue en el año 2015. Yo soy contadora, trabajo de manera independiente llevando la parte contable e impositiva de personas físicas y también doy clases.
Al aviso me postule porque buscaban contadora en Ramos Mejía entonces me quedaba cerca de casa y quería ver que ofrecían. Me llamó este señor Héctor varias veces en un día feriado, eso me pareció llamativo y me pidió que lo agregue al Facebook. Después me mando mail una chica llamada Camila que se suponía era una asistente. Con esta chica combinamos día para la entrevista. Fue un viernes a las 15 horas aprox. Cuando llegué dudé mucho en tocar timbre porque el lugar era una casa, nada indicaba que ahí había una empresa. Cuando estaba por irme sale una chica a la puerta y me dice soy Camila, pasá que te estamos esperando. Entré con mucho miedo. Me senté en el living con el celular en la mano por las dudas y Camila empezó a contarme de qué se trataba el empleo, me mostró planillas que hacía ella. Después vino Héctor y me dijo que ella era su hija y que estaba estudiando pero que todavía no sabía hacer las cosas entonces necesitaba una contadora que supervise y que los ayude a implementar un sistema de gestión. Además él quería que yo le de clases de capacitación a Camila. Todo ese trabajo era full time así que le dije que no podía. En ese momento mi hijo tenía 6 meses así que no estaba dispuesta a aceptar un trabajo full time.
Me fui y agradecí estar vivía y que no me haya pasado nada.
(Después) cada tanto él me escribía por Facebook haciéndome preguntas personales, con mucha confianza e insistencia hasta que decidí borrarlo de Facebook y de todos lados porque me daba miedo que viera mi vida personal, mis publicaciones, etcétera".
Carolina: "Luego de postularme a través de Computrabajo para una búsqueda laboral como Administrativa para la empresa OMEGA ASOCIADOS, el 7 de abril recibí una llamada de Héctor. Durante la conversación me realizó muchas preguntas sobre mi experiencia laboral y perfil académico, lo cual me parecía dentro de todo normal, aunque no es para nada común que una empresa te realice una entrevista telefónica. Dicha persona comenzó a ponerse insistente con preguntas sobre mi pero no me contaba prácticamente nada sobre el trabajo y la empresa. En un momento se corta la conversación, yo pensé que quizás se había cortado por causa de mi mala señal telefónica, entonces después de unos minutos decido llamarlo pero no me contestó. Al otro día me habla por whatsapp, esto me pareció sumamente poco profesional , como también el hecho de que se refiriera a mi como 'querida'. Todo esto me parecía muy extraño y ya había tomado la decisión de que no estaba interesada en lo más mínimo en trabajar ahí, pensaba 'Si así es la entrevista no me quiero imaginar como es el trabajo'. Durante la llamada y luego por whatsapp era todo demasiado desprolijo, desubicado y con falta de profesionalismo. Le pregunté durante la conversación si era en blanco, a lo que respondió que solo manejaba valor neto, es decir era en negro, paupérrimo. Intentó ofrecerme más dinero, pero yo me negué.
Me pareció todo muy extraño así que luego de lo sucedido se lo comenté a mi círculo íntimo. El 21 de junio, una amiga me envía una captura de pantalla con el testimonio de Lucía. A partir de su publicación en facebook en tan sólo un día aproximadamente 100 chicas contaron sus MALAS experiencias con este hombre .
Realmente me encuentro consternada, sorprendida por los múltiples testimonios de mujeres que fueron contactadas por esta persona, como también la cantidad que fueron víctimas de abuso y acoso".
Florencia: "Ocurrió por marzo del 2016. Yo estaba buscando trabajo por varios portales de búsqueda laboral en internet y tuve la desgracia de mandar mi Curriculum a la empresa de Omega Construcciones, que estaba publicada como Constructora CSI sí mal no recuerdo. Ese mismo día me llamó Héctor Samudio, tuvimos una conversación larga por teléfono – cerca de 40 minutos – hasta que me pidió una entrevista formal en su “estudio” en Ramos Mejía por la tarde. La verdad es que durante la charla telefónica me había parecido medio raro algunas cosas, sobre todo la confianza con la que me hablaba, por eso le pedí a mi mamá que me acompañe por las dudas, y menos mal. Cuando llegué a la calle Maipú no vi un estudio sino una casa, me pareció tan raro que nos pasamos con el auto, pero cuando estaba buscando las direcciones salió una chica que me preguntó sí estaba para la entrevista con Héctor, entonces le contesté que sí. Cuando entré estaba Héctor esperándome, me piropeó por mi altura y rasgos físicos, me pareció fuera de lugar durante una entrevista de trabajo pero no me puso una mano encima. La entrevista duró una hora, una hora de incomodidad, me dijo que necesitaba una asistente que le llevara la agenda, que sea su sombra, que lo acompañe a donde sea que él necesitara ir – al gimnasio, viajes de negocios a Rosario (que podían ser de dos días y dormir ahí), a diferentes construcciones, a comprar ropa, a almorzar, entre otros – además de mencionarme que necesitaba que estuviese impecable y que me iba a llevar a comprar ropa o lo que quisiera para llenar mi placard. Toda la entrevista estuvo llena de 'mi amor, linda, querida, mi vida', etc. Lo que hacía que me sintiera insegura y, la verdad, con ganas de no volver nunca más a ese lugar. Ahí estaba trabajando una chica que parecía de sólo 18 años, no más, y me comentó que iba a despedirla porque ya no era como antes, se había vuelto tímida y distante y que su perfil ya no le gustaba, por eso quería que yo la reemplazara. Cuando finalmente salí, me saludó agarrándome de la cintura y me fui, mi mamá ya me había mandado mensajes cuando estaba adentro por el tiempo que estuve y, por suerte, me estaba esperando afuera cuando crucé la puerta. A penas la vi, le conté de esta incomodidad que se terminó confirmando al hacer 5 cuadras y recibir mensajes como 'Sos perfecta', 'Me encantaste, linda', 'Vas a tener que sacarte esa timidez', 'Te espero mañana, mi amor'... No podía creer los mensajes y esa forma de hablarle a una mujer que no conoce, que no le di la confianza para que lo haga. Inmediatamente le contesté que no iba a trabajar para él, que me disculpara, y lo bloqueé. A un año y meses de esta situación, pienso que debería haberlo enfrentado por ese momento horrible que me hizo pasar. Incomodidad, miedo, vulnerabilidad, acoso, bronca, indignación e impotencia, fueron los sentimientos que me abordaron esa tarde y que me siguen hasta el día de hoy cuando me citan a una entrevista laboral.
Hay detalles que puedo obviar por el hecho de que pasó tanto tiempo, pero lo que sí no voy a poder olvidar son los sentimientos y sensaciones que me seguirán durante mucho tiempo más".
Evelyn, vecina de la localidad de Morón, compartió con El diario capturas de pantalla de los mensajes inapropiados que le escribió Héctor a través de WhatsApp:
Mica: "Ni Una Menos es todos los días y queremos prevenir cualquier tipo de violencia machista, y esto claramente lo es. Hacia las jóvenes, que queremos trabajar, que queremos iniciar nuestra carrera laboral no es justo que tengamos que sufrir este tipo de engaños, abusos, falta de respeto, manipulación, que este hombre con tanta impunidad tuvo sobre nosotras.
Cuando nos postulamos a un trabajo lo que buscamos es trabajar, nada más, ser mujeres y ser jóvenes no son condiciones para que se nos falte el respeto y se nos sugieran otro tipo de cosas, desubicadas y mal intencionadas.
Llamamos a todas las pibas que hayan tenido esta experiencia a que se contacten con nosotras y sumen su denuncia, su testimonio, que no tengan miedo".
FUENTE: NUESTRAS VOCES + EL DIARIO DE MORÓN