Entre la poesía y la música: Caro Tapia saca su nuevo libro-disco “Cuatro estaciones”
ARTE LOCAL

Entre la poesía y la música: Caro Tapia saca su nuevo libro-disco “Cuatro estaciones”

Con su nuevo libro-disco, Caro Tapia plasma el arte de la poesía y la música autogestiva en un trabajo que saldrá entre noviembre y diciembre con el título “Cuatro estaciones”. La primavera, el verano, el otoño y el invierno inspiraron a la artista en este nuevo material, acompañada por la producción de Juanito el cantor.

Entre la poesía y la música: Caro Tapia saca su nuevo libro-disco “Cuatro estaciones”

Rocío Antolich // Sábado 08 de octubre de 2016 | 14:56

Cantautora, poeta, facilitadora pedagógica en trabajo vocal. Las ramas del arte caen en ella y logra el vínculo de las áreas sumándole el amor y la dulzura de su voz y sus palabras. En una entrevista con El diario, Caro contó cómo empezó la idea del nuevo disco: “Hice un viaje a Colombia hace dos años, toqué mucho y pude experimentar vivir de la música. La gente compraba el disco anterior pero sentía que ya no me representaba, entonces pensé en volver del viaje y hacer el nuevo disco”.

Como en su primer disco “Máscaras de Carnaval”, junto a este nuevo trabajo acompaña un libro de poesías. “Lo estoy haciendo con una amiga que es artista plástica. Va a ser un doble objeto artístico, también dividido en las cuatro estaciones”, aseguró y añadió: “Es para cerrar un ciclo personal y para manifestar en el disco y libro que todo es ciclar, que todo está circulando todo el tiempo. Que cuando pensamos que algo ya terminó, empieza otra que nos vuelve a remontar y nos lleva a lugares parecidos”.

-¿Cómo surgió la idea del nuevo disco?

-Antes de volver del viaje hablé con Juanito el cantor, que había producido los discos de dos amigas: Roma Roldán y Soema Montenegro, para que me acompañe en mi nuevo trabajo. Le propuse hacerlo en seis meses y me contraofertó  hacerlo durante un año, a razón de grabar una canción por mes (ya que había tres canciones por estación), bajo la energía de cada ciclo. Me pareció muy bueno y así empezamos a trabajar hace ya casi dos años.

-¿Cómo te estás manejando en este nuevo trabajo desde la autogestión?

-Como puedo, tenía una plata ahorrada que ya se me está gastando, con eso fui financiando el disco, y ahora tengo ese último ahorro para financiar la última parte. Y después viene la materialización que también eso lleva otra cantidad importante de plata.

Estoy pensando que, para terminar el disco, podría hacerlo por financiamiento colectivo, que son plataformas de internet donde podés presentar un proyecto, por ejemplo materializar mi disco, pones un monto y haces una preventa, entonces a toda la gente que le llega le explicás que estás juntando la plata de antemano y que por ellos pagarte determinado monto, vos les das algo. Por ejemplo si pagas 150 pesos te damos un disco con el disco anterior. Si pagas 250 pesos, el nuevo disco, el anterior y –por ejemplo– una obra de arte o un objeto de decoración. Estoy empezando a evaluar que ese proceso lo haga así porque lo tengo que tener materializado para viajar y además porque es lindo tenerlo.

-¿Cómo te relacionas con lo autogestivo?

-Siento cada vez más fuertemente que en lo autogestivo y lo comunitario está la posibilidad de trabajar en la reformulación de lo social, y eso para mi siempre fue una premisa en todo lo que hice, incluso para darle sentido a mi arte. Siento que una no tiene que necesariamente estar hablando del cambio social en sus canciones para verdaderamente estar haciendo propuestas políticas (en su sentido amplio) desde el arte. Compartir y generar estados que son inexplicables pero que tienen que ver con mover sensaciones, con conmover, uno está transformando y transformándose todo el tiempo, y eso cuanto más somos más moviliza, y permite que la palabra llegue más.

-La música, la poesía y la filosofía están presentes en todas tus creaciones, ¿cómo lo vinculas?

-Al mismo tiempo que me metí en la carrera de filosofía, ya estudiaba canto, pero había algo que no me cerraba tanto en la pedagogía del canto y sus efectos en mí, como en la pedagogía de la carrera de filosofía. Cuando empecé a estudiar filosofía conseguí una profe que enseñaba música afroamericana, que era lo que yo quería aprender, pero lo loco es que enseñaba la estética de la música negra a través de un método alemán de técnica vocal del que me enamoré: el Método Rabine. Me enseñó a trabajar, me dio mucha información sobre la voz, y por otro lado me hizo trabajar con el cuerpo, me hizo entender que hasta que mi cuerpo no cambiara mi voz no iba a cambiar, entonces empecé a hacer mucho trabajo con el cuerpo, empecé a estudiar.

Así comenzó a cambiar mucho mi voz, entre los 18 y los 20, y empezó un encuentro conmigo mucho más sincero, creo que es parte de crecer eso. La filosofía y el canto fueron siempre de la mano. A la mitad de la carrera participé en una revista ,en un artículo, en el que empecé a ligar la filosofía, la percepción y el canto, y ese fue el primer impulso para conectarlos. Fue un camino de ida, porque después nunca los pude ver separados. Después empecé a dar clases que era lo que yo siempre quise hacer, empecé la carrera para hace eso. Fui profesora durante cinco años, lo hice con mucha pasión, pero ahora llega la otra apuesta.

-¿Y la poesía?

-Es muy natural, entre la música y la poesía, lo primero que pasó fue que empecé a escribir poesía, me gustaba mucho escribir y nunca me había dado cuenta durante mi adolescencia. Hasta que lo noté, entonces empecé a escribir prosa. Escribía cosas, cuando conecté con la lectura de poesía empezó a salir mi escritura poética. No puedo identificar en qué momento me hice cargo de que estaba escribiendo, porque al principio mientras estudiaba escribía algo. Con naturalidad, venían pensamientos a mi y los anotaba.

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