Es un proyecto de solidaridad que empezó en el año 2000"

-¿Cómo surgió el proyecto?

Es un proyecto de solidaridad que empezó en el año 2000. Primero se hizo una biblioteca con cinco mil libros que pudo juntar la escuela, y lo llevamos a los chicos a Jujuy, ese proyecto se tituló “Una sonrisa por un libro”. En el 2011, Simona, la directora de la escuela N° 187 de Rachaite, se enteró que ayudamos a Jujuy y nos pidió una mano para la escuela donde ella trabaja. Desde ese entonces, los chicos y toda la institución escolar ayudamos a este colegio. Doce alumnos y cuatro docentes comenzaron a viajar hasta allá a llevarle todas las donaciones y a estar con los chicos.

-¿Cómo sustentan los gastos?

Hace cuatro años que hacemos actividades solidarias para juntar mercadería y dinero. Además, el colegio el año pasado hizo un estudio para el agua, porque los chicos no tienen agua en la escuela y el Crear y Ser pagó 18 mil pesos de ocho coaches que venían de la montaña para ver si eran potables o no. Este año tuvimos la ayuda de Hernán Sabbatella, con quien estoy muy agradecida. Donó seis pasajes para los chicos y me hicieron un contacto con gendarmería. El año pasado pagamos cuatro mil pesos de combustible a cada camión de gendarmería para que nos lleven la mercadería hasta Rachaite. Él nos ayudó para que podamos obviar el pago del combustible. Estoy más que agradecida con él.

-¿Cómo surgió la idea de realizar estos viajes solidarios?

Surgió como una actividad de integridad solidaria con los chicos, para que sepan cómo vive la gente a unos pocos kilómetros de donde vivimos nosotros. En el 2000 empezamos con la biblioteca y después se alzó el pedido de Simona. En 2013 viajaron los chicos de Jujuy hasta Castelar, junto con la directora y un maestro. Ellos no conocían el Obelisco, nunca habían viajado en tren, no conocían Buenos Aires. Todo eso fue logrado gracias a que la escuela sacó los pasajes para que pudieran viajar los chicos.

-¿Qué significa para los alumnos de Crear y Ser realizar esta experiencia?

-Es algo importantísimo para ellos. La vivencia que tienen esos cinco días que están ahí, arriba de la montaña, sin computadora... vienen con la cabeza totalmente cambiada. Es un aprendizaje. La diversidad que hay entre nuestros chicos que tienen teléfono celular con esos nenes es increíble, ellos viven de lunes a viernes en una escuela, porque su casa quizás queda a 20 kilómetros de distancia y no pueden volver.

-¿Cómo los reciben los chicos de Rachaite?

Para los chicos de Jujuy que vayan nuestros alumnos es una maravilla. Quieren jugar y cantar todo el tiempo. Están felices. Y para nuestros chicos es un cambio de vida. Les cambia la cabeza.

-¿Cuándo viajan a Jujuy?

-El 27 de septiembre y regresan el 2 de octubre. Los primeros días de septiembre se manda toda la mercadería que se recaudó en el festival. En agosto empieza la colecta. Se cargan camiones con la mercadería. La cara de los chicos es impresionante. A mí se me paraliza el corazón de la emoción, es algo muy movilizante.

-¿Cómo llegó la ayuda de Hernán Sabbatella?

-Nunca había tenido contacto con el Municipio, y cuando hablé con Hernán quedé fascinada, porque es una persona simple, sencilla. Pensé que sólo me iban a escuchar, pero cuando me llamaron y me dijeron que consiguieron los pasajes, me sorprendí. Estamos muy felices. Que una persona que está postulada a intendente, con todo el trabajo que eso significa, me haya abierto las puertas para que le cuente lo que nosotros hacemos, es muy importante.