El decano de la Facultad de Psicología de la UAI, Fernando Adrover, birndó una charla sobre algo muy debatido en su área: “¿Cuán racionales somos en la toma de decisiones?”
CHARLA

El decano de la Facultad de Psicología de la UAI, Fernando Adrover, birndó una charla sobre algo muy debatido en su área: “¿Cuán racionales somos en la toma de decisiones?”

Las exposiciones abarcaron temáticas como la racionalidad a la hora de tomar decisiones importantes hasta los factores de riesgo en las rutinas actuales, y las conductas para una vida saludable.

Por redacción // Miercoles 06 de marzo de 2019 | 09:44

 

El decano de la Facultad de Psicología de la UAI, Fernando Adrover, birndó una charla sobre algo muy debatido en su área: “¿Cuán racionales somos en la toma de decisiones?”
Las exposiciones abarcaron temáticas como la racionalidad a la hora de tomar decisiones importantes hasta los factores de riesgo en las rutinas actuales, y las conductas para una vida saludable.
El decano de la Facultad de Psicología de la UAI, Fernando Adrover, volvió a Espacio Clarín por sexto año consecutivo para brindar una charla sobre algo muy debatido en su área: “¿Cuán racionales somos en la toma de decisiones?”. Ante un auditorio lleno, el licenciado expresó que ha habido un larguísimo debate respecto de si transcribimos nuestras formas de pensar y razonar. “Una cosa es que como cultura hayamos construido y desarrollado la lógica y otra cosa es que como seres individuales la incorporemos y apliquemos”, señaló el especialista.
Para él, somos un grupo que tiene que tomar decisiones en tiempo real comprendido por una inmediatez que imposibilita tener en cuenta todas las posibilidades y las opciones para -en base a eso- definir cuál sería la decisión más correcta. “Hay otra racionalidad, una racionalidad adaptativa que dio lugar a una serie de estrategias que tienden a simplificar la cantidad de información que tenemos que tener en cuenta al momento de tomar decisiones, que tienden a evitar la sobrecarga cognitiva y son buenas estrategias, por algo las tenemos incorporadas”, argumentó frente a su público.
La charla estuvo moderada por el periodista Martín Dantas, quien le preguntó si esas estrategias ayudan a las personas a tomar mejores decisiones, a lo que Adrover respondió: “Generalmente son estrategias que tienden a acertar bastante, por eso se incorporaron en nuestro genoma del desarrollo de la mente. Nuestra mente tiende a simplificar y cuando lo hacemos nos negamos al resto de la información, entonces esa información que estamos dejando de lado son todos datos que tendríamos que haber considerado si hubiéramos seguido por ejemplo un patrón estadístico o un razonamiento a la manera de lo que es el teorema de probabilidad de Bayes. Y agregó: “Nuestra mente tiende a simplificar, nos plantea un atajo. Cuando lo seguimos es como que nos ponemos anteojeras. Dejar de lado información genera sesgos sistemáticos”, explicó.
A modo de ejemplificar lo anterior, Adrover se refirió a la economía del comportamiento donde muchas veces un político se autoconvence de poder cambiar las cosas y toma decisiones en base a eso, pero sin tener en cuenta que existen factores externos que pueden influir en que sus objetivos no den el resultado esperado.
“A veces tomamos decisiones siguiendo un mecanismo de nuestra mente que es captar patrones. Somos muy buenos reconociendo patrones, coincidencias por ejemplo que quedan en nuestra memoria. Tendemos a relacionar hechos y desechar casualidades. Detectamos correlaciones ilusorias”, aseveró Para concluir, habló sobre cómo influye la emoción en la toma de decisiones y dijo: “Existía un preconcepto de que la razón y la emoción eran dos cosas distintas. A veces las decisiones las tomamos por emociones impulsivas y luego la razón intenta argumentar nuestras acciones”.
La importancia de la prevención en la salud física
Prevención. El Dr. Botbol advirtió sobre cómo afectan los malos hábitos en el organismo. (Foto: Eduardo Aguada)
Prevención. El Dr. Botbol advirtió sobre cómo afectan los malos hábitos en el organismo. (Foto: Eduardo Aguada)
El Dr. Alejandro Botbol, vicedecano de la Facultad de Medicina de la UAI también ofreció una charla abierta sobre “los factores de riesgo y la vida saludable en tiempo actuales”. El cirujano cardiovascular dialogó con la gente sobre la importancia de la prevención para una vida sin riesgos. A modo introductorio citó un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que señala que “reducir los riesgos y promover una vida sana abre nuevos horizontes”.
Según el estudio, de un conjunto de 25 grandes riesgos evitables seleccionados y estudiados en detalle, los diez más importantes a nivel mundial son: insuficiencia ponderal del niño y de la madre; prácticas sexuales sin protección; presión arterial elevada; tabaquismo; alcoholismo; agua, saneamientos e higiene insalubres; colesterol alto; humos procedentes de combustibles sólidos en ambientes interiores; deficiencia de hierro y sobrepeso.
De acuerdo al especialista, estos riesgos representan el 40% de los 56 millones de muertes anuales y un tercio de los años de vida sana perdidos en todo el mundo. “Muchos de estos factores de riesgo recaen casi exclusivamente sobre el mundo en desarrollo, mientras que otros son ya de alcance mundial”, confesó el especialista.
En esa línea, Botbol explicó que dicho estudio demostró definitivamente que “es necesario destinar recursos en forma creciente a la prevención mientras se asiste al tratamiento de las distintas enfermedades de manera de conseguir un equilibrio mucho mayor entre ambos”.
En sintonía con lo anterior, agregó: “Surge la necesidad de definir a la salud individual y colectiva como un derecho humano fundamental, cuya realización requiere la acción de otros sectores sociales y económicos además del campo de la salud”. En lo que refiere a los factores de riesgo, mencionó la mala alimentación, el sedentarismo, el estrés, los hábitos tóxicos (consumo de drogas, alcohol, tabaco, entre otros), la falta de descanso y la disminución del sistema inmunológico. “Cuando hablamos de prevención estamos hablando de educación. Entonces podemos afirmar que aquellas inversiones en educación se traducen en resultados positivos en la salud de toda la población”, reflexionó.
(Foto: Eduardo Aguada)

 

El decano de la Facultad de Psicología de la UAI, Fernando Adrover, volvió a Espacio Clarín por sexto año consecutivo para brindar una charla sobre algo muy debatido en su área: “¿Cuán racionales somos en la toma de decisiones?”. Ante un auditorio lleno, el licenciado expresó que ha habido un larguísimo debate respecto de si transcribimos nuestras formas de pensar y razonar. “Una cosa es que como cultura hayamos construido y desarrollado la lógica y otra cosa es que como seres individuales la incorporemos y apliquemos”, señaló el especialista.

Para él, somos un grupo que tiene que tomar decisiones en tiempo real comprendido por una inmediatez que imposibilita tener en cuenta todas las posibilidades y las opciones para -en base a eso- definir cuál sería la decisión más correcta. “Hay otra racionalidad, una racionalidad adaptativa que dio lugar a una serie de estrategias que tienden a simplificar la cantidad de información que tenemos que tener en cuenta al momento de tomar decisiones, que tienden a evitar la sobrecarga cognitiva y son buenas estrategias, por algo las tenemos incorporadas”, argumentó frente a su público.

La charla estuvo moderada por el periodista Martín Dantas, quien le preguntó si esas estrategias ayudan a las personas a tomar mejores decisiones, a lo que Adrover respondió: “Generalmente son estrategias que tienden a acertar bastante, por eso se incorporaron en nuestro genoma del desarrollo de la mente. Nuestra mente tiende a simplificar y cuando lo hacemos nos negamos al resto de la información, entonces esa información que estamos dejando de lado son todos datos que tendríamos que haber considerado si hubiéramos seguido por ejemplo un patrón estadístico o un razonamiento a la manera de lo que es el teorema de probabilidad de Bayes. Y agregó: “Nuestra mente tiende a simplificar, nos plantea un atajo. Cuando lo seguimos es como que nos ponemos anteojeras. Dejar de lado información genera sesgos sistemáticos”, explicó.

A modo de ejemplificar lo anterior, Adrover se refirió a la economía del comportamiento donde muchas veces un político se autoconvence de poder cambiar las cosas y toma decisiones en base a eso, pero sin tener en cuenta que existen factores externos que pueden influir en que sus objetivos no den el resultado esperado.

“A veces tomamos decisiones siguiendo un mecanismo de nuestra mente que es captar patrones. Somos muy buenos reconociendo patrones, coincidencias por ejemplo que quedan en nuestra memoria. Tendemos a relacionar hechos y desechar casualidades. Detectamos correlaciones ilusorias”, aseveró Para concluir, habló sobre cómo influye la emoción en la toma de decisiones y dijo: “Existía un preconcepto de que la razón y la emoción eran dos cosas distintas. A veces las decisiones las tomamos por emociones impulsivas y luego la razón intenta argumentar nuestras acciones”.

La importancia de la prevención en la salud física

Prevención. El Dr. Botbol advirtió sobre cómo afectan los malos hábitos en el organismo. (Foto: Eduardo Aguada)

Prevención. El Dr. Botbol advirtió sobre cómo afectan los malos hábitos en el organismo. (Foto: Eduardo Aguada)

El Dr. Alejandro Botbol, vicedecano de la Facultad de Medicina de la UAI también ofreció una charla abierta sobre “los factores de riesgo y la vida saludable en tiempo actuales”. El cirujano cardiovascular dialogó con la gente sobre la importancia de la prevención para una vida sin riesgos. A modo introductorio citó un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que señala que “reducir los riesgos y promover una vida sana abre nuevos horizontes”.

Según el estudio, de un conjunto de 25 grandes riesgos evitables seleccionados y estudiados en detalle, los diez más importantes a nivel mundial son: insuficiencia ponderal del niño y de la madre; prácticas sexuales sin protección; presión arterial elevada; tabaquismo; alcoholismo; agua, saneamientos e higiene insalubres; colesterol alto; humos procedentes de combustibles sólidos en ambientes interiores; deficiencia de hierro y sobrepeso.

De acuerdo al especialista, estos riesgos representan el 40% de los 56 millones de muertes anuales y un tercio de los años de vida sana perdidos en todo el mundo. “Muchos de estos factores de riesgo recaen casi exclusivamente sobre el mundo en desarrollo, mientras que otros son ya de alcance mundial”, confesó el especialista.

En esa línea, Botbol explicó que dicho estudio demostró definitivamente que “es necesario destinar recursos en forma creciente a la prevención mientras se asiste al tratamiento de las distintas enfermedades de manera de conseguir un equilibrio mucho mayor entre ambos”.

En sintonía con lo anterior, agregó: “Surge la necesidad de definir a la salud individual y colectiva como un derecho humano fundamental, cuya realización requiere la acción de otros sectores sociales y económicos además del campo de la salud”. En lo que refiere a los factores de riesgo, mencionó la mala alimentación, el sedentarismo, el estrés, los hábitos tóxicos (consumo de drogas, alcohol, tabaco, entre otros), la falta de descanso y la disminución del sistema inmunológico. “Cuando hablamos de prevención estamos hablando de educación. Entonces podemos afirmar que aquellas inversiones en educación se traducen en resultados positivos en la salud de toda la población”, reflexionó.

(Foto: Eduardo Aguada)

 

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