La apertura de sesiones del HCD dejó varias imágenes que pintan la situación política del intendente Ramiro Tagliaferro. Con un auditorio plagado de las mismas caras que generan disturbios en pasillos y tribunas del Concejo, pero con un dato político impactante: en las primeras filas sólo se vio a funcionarios del propio gobierno comunal. Ausentes por completo cualquier figura del gobierno provincial o de otros intendentes PRO. Esa soledad también se expresa en los proyectos impulsados a través del Concejo. Desde la oposición es insistente la queja por la ausencia de espacios para dialogar o trabajar los proyectos. Así, el oficialismo parece encerrado cada vez más por su propia práctica.

Foto repetida

Las últimas sesiones en el HCD fueron un bochorno por la cantidad de denuncias e incidentes. Las discusiones se ven interrumpidas y ya son comunes los abucheos y los papeles que caen a los concejales de parte de la barra que responde a Cristian Salinas, concejal PRO. En los pasillos, se ven cada vez más caras que se creían expulsadas de la práctica política de Morón. Esto no sólo genera críticas de la oposición, sino también cruces de recriminaciones en la misma bancada oficial. Las tensiones entre concejales y autoridades de Cambiemos son cada vez más evidentes por sus posturas ante los escándalos. En el centro de todas las críticas está la presidenta del HCD, Natalín Faravelli.

Emergencia en documentación

La sesión especial sobre la emergencia económica brilló por la falta de documentos del oficialismo. La exposición del secretario de Economía y Finanzas, Sebastián Torrillas, fue cuestionada por los opositores por los pocos datos concretos que justificaran la emergencia. Hasta el Frente Renovador, que en enero aprobó la medida, puso en duda su continuidad ya que según lo presentado por el propio Ejecutivo la deuda municipal es de apenas 60 millones de pesos, con un activo bancario de 47 millones, y no los más de 300 millones declamados inicialmente.

En casi cinco meses de mandato el oficialismo parece encerrado en un lógica de poco diálogo con las demás fuerzas políticas. Y en paralelo faltan apoyos en la misma estructura de alianza. Un cóctel que en nada beneficia a los vecinos de Morón.