Robo y asesinato en Morón: “Tenemos hechos de inseguridad permanentemente”
UN BARRIO CONMOCIONADO

Robo y asesinato en Morón: "Tenemos hechos de inseguridad permanentemente"

Los habitantes de la calle Ozanam alzan su voz sacudidos por la muerte de Juan, el vecino de 35 años que ayer resistió una entradera y fue asesinado de dos balazos en su propio hogar. "El barrio se ha transformado en inseguro", lamentaron. La crónica de los hechos y el drama de una familia desmembrada.

Robo y asesinato en Morón:

Redacción El diario // Miercoles 30 de agosto de 2017 | 10:42

Juan Ariel Segala, vecino de Morón de 35 años, fue asesinado de dos balazos en la mañana de ayer martes en su propia vivienda, cuando resistió a los tiros una entradera por parte de tres delincuentes.

En el enfrentamiento a tiros, uno de los ladrones resultó herido y, tras hacerse atender en el Hospital Posadas, quedó detenido. Los otros dos siguen fugados.

Los delincuentes desplegaron su accionar a plena luz del día. Los patrulleros recién se hicieron presentes después, ya ocurrida la tragedia.

Marta, vecina del barrio, alzó su voz de reclamo: "Es un barrio de trabajadores que se ha transformado en un barrio inseguro".

"Tenemos hechos de inseguridad permanentemente. Cuando no es el robo de la cartera, es el robo de una bicicleta, de una moto... y ahora esta desgracia", lamentó.

Los hechos

A Juan Ariel Segala (35) lo despertaron los gritos de su hermana. Su primera reacción fue tomar el arma que tenía registrada a su nombre, salir del cuarto y enfrentar a los ladrones a los tiros para defenderla. La situación terminó de la peor forma para él: un balazo le dio en una pierna y otro, mortal, le acertó en el pecho. Murió unas horas después en el Hospital Municipal de Morón. Uno de los asaltantes resultó herido y fue a atenderse al Posadas, donde lo arrestaron. Sin embargo, aún hay dos prófugos.
Todo ocurrió ayer a la mañana, alrededor de las 7.30, en una casa de la calle Ozanam al 300, en Morón, al oeste del GBA. Mientras Ariel dormía adentro, tres ladrones sorprendían en la puerta a su hermana Verónica (33) y a su cuñado, Juan Pace (30).
Los asaltantes los amenazaron con armas y los obligaron a dejarlos entrar a la casa para robarles, en una típica entradera.
Ariel, como lo llamaban, estaba separado y tenía una hija de ocho años. Vivía en la casa de Ozanam y French con su papá y su hermana menor, Verónica. Trabajaba como operario en la empresa Carraro Argentina, una fábrica de transmisiones de tractor que está instalada en el Parque Industrial La Cantábrica, de Haedo.
Su padre, Juan Segala (65), no estaba en la casa: está internado desde hace algunos días recuperándose de una cirugía por una hernia. De hecho, ayer a la mañana Verónica y su novio salían de la casa para ir a visitarlo al hospital. Antes de que pudieran subirse al auto los atacaron los asaltantes, a una cuadra de una escuela y a metros de una de las avenidas más transitadas de la zona.
“A las 7.45 se comunicaron con el 911 e informaron del hecho. La mujer y su pareja estaban saliendo de la casa y los sorprendieron tres hombres armados que se movían en un auto gris, según pudieron ver los testigos. Los obligaron a entrar a la casa amenazándolos con armas. Hubo gritos y un forcejeo, hasta que empezaron los disparos. Los asaltantes respondieron y la víctima resultó herida”, explicaron fuentes policiales a Clarín.
Todavía no está claro quién disparó primero pero, según pudieron reconstruir los investigadores, los asaltantes se sorprendieron cuando vieron que había alguien más adentro de la casa. Creen que cuando le apuntaron, Ariel les disparó hasta que cayó herido.
Tras el tiroteo, los tres ladrones decidieron escapar de la casa corriendo. Salieron a la calle y subieron al mismo auto en el que habían llegado hasta allí. Ahora se investiga si además participó del hecho un segundo coche, color blanco, que estaba estacionado a unos metros para hacer de campana.
Alertados por los gritos y el estruendo de los disparos, los vecinos salieron a la calle para ayudar a la familia. Como la ambulancia no llegaba, trasladaron a Ariel en un auto hasta el Hospital de Morón, que queda a 17 cuadras. Pero el joven murió poco después de haber llegado por la gravedad de las heridas.

A Juan Ariel Segala lo despertaron los gritos de su hermana. Su primera reacción fue tomar el arma que tenía registrada a su nombre, salir del cuarto y enfrentar a los ladrones a los tiros para defenderla. La situación terminó de la peor forma para él: un balazo le dio en una pierna y otro, mortal, le acertó en el pecho. Murió unas horas después en el Hospital Municipal de Morón.

Todo ocurrió ayer a la mañana, alrededor de las 7.30, en una casa de la calle Ozanam al 300, en Morón. Mientras Ariel dormía adentro, tres ladrones sorprendían en la puerta a su hermana Verónica (33) y a su cuñado, Juan Pace (30).

Los asaltantes los amenazaron con armas y los obligaron a dejarlos entrar a la casa para robarles, en una típica entradera.
Ariel, como lo llamaban, estaba separado y tenía una hija de ocho años. Vivía en la casa de Ozanam y French con su papá y su hermana menor, Verónica. Trabajaba como operario en la empresa Carraro Argentina, una fábrica de transmisiones de tractor que está instalada en el Parque Industrial La Cantábrica, de Haedo.

Su padre, Juan Segala (65), no estaba en la casa: está internado desde hace algunos días recuperándose de una cirugía por una hernia(ver: "Una familia.."). De hecho, ayer a la mañana Verónica y su novio salían de la casa para ir a visitarlo al hospital. Antes de que pudieran subirse al auto los atacaron los asaltantes, a metros de una de las avenidas más transitadas de la zona.

“A las 7.45 se comunicaron con el 911 e informaron del hecho. La mujer y su pareja estaban saliendo de la casa y los sorprendieron tres hombres armados que se movían en un auto gris, según pudieron ver los testigos. Los obligaron a entrar a la casa amenazándolos con armas. Hubo gritos y un forcejeo, hasta que empezaron los disparos", explicaron fuentes policiales.

Alertados por los gritos y el estruendo de los disparos, los vecinos salieron a la calle para ayudar a la familia. Como la ambulancia no llegaba, trasladaron a Ariel en un auto hasta el Hospital de Morón, que queda a 17 cuadras. Pero el joven murió poco después de haber llegado por la gravedad de las heridas.

Una familia desmembrada

Según contaron los vecinos, la familia de la víctima es "una familia trabajadora, estudiosa, humilde".

Una familia atravesada por el dolor desde la muerte un año y medio atrás de la madre del joven fallecido ayer. El padre de la víctima, en tanto, está internado por estos días.

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