Las familias que reclamaron este martes exigen Justicia para todas las víctimas de gatillo fácil.

Se reunieron esta mañana en la Estación de Morón y marcharon hasta tribunales, donde recibieron a Emilia Vassallo, madre de Pablo Sebastián Alcorta, que a los 17 años fue asesinado de un tiro en la cabeza por el policía Diego Ariel Tolaba, que está libre. La mujer y toda su familia exige justicia por su hijo y que aparten a la fiscal Silvina Bonini "que no tomó ni una sola medida para investigar el homicidio de mi hijo", aseguró y añadió: "Dejó pasar el tiempo para que se inutilice la filmación de las calles, principal prueba y no apartó a la bonaerense, amigos del asesino, de la investigación".

También participó la familia de Germán Gómez, que fue asesinado hace siete meses en Merlo. "El gendarme Mario Felipe Villalba mató a mi hermano Germán Gómez de un tiro en la cabeza. Primero le pegó en el pecho, como estaba vivo lo levantó de los pelos y disparó en la cabeza", sentenció Emilia Gómez.

"Estaban en una fiesta a las cuatro de la mañana, se estaban peleando uno llamó al gendarme por la discusión vino vestido de civil con un revolver y mató", recordó y añadió: "El gendarme está trabajando como si nada hubiese hecho. Estamos exigiendo justicia, mi hermano tenía 22 años, trabajaba en un frigorífico y lo mató como un perro".

Los familiares y amigos de las víctimas recibieron el apoyo de Sandra Gómez, referente del colectivo contra el gatillo fácil, que hace cuatro años lucha para hacer justicia por la muerte de su hijo Omar Cigarán, asesinado por Diego Walter Flores, policía de Quilmes. "Hace cuatro años que vengo en la lucha, organizándome con otras madres. Me costó mucho llegar a los cuatro años de la muerte de mi hijo, porque el asesino sigue estando libre, pero gracias a mi lucha el 8 de marzo le voy a ver la cara al asesino, porque vamos a juicio", contó Sandra.