Para UNEN acá en Morón es un golpe fuerte que parte de su representación en el Concejo se haya ido para acordar con el PRO…

¿Cómo va a ser el armado en Morón?

- Nosotros no compartimos para nada la alianza con el PRO y por eso insistimos en la existencia de UNEN. Este espacio se sinceró: después de un año vemos que las personas que más dificultaban nuestro lanzamiento hoy están en la vereda de enfrente y se pasaron a este acuerdo. Lo que quedó era quienes realmente estábamos ligados como un espacio de izquierda,  los que respondimos al llamado inicial.

A nosotros nos interesa tanto como a nuestros ex socios el tema del republicanismo. Pero a diferencia de ellos creemos que República sin justicia social y sin derechos sociales no tiene contenido. Por ahí pasan las diferencias con el resto, que la verdad que representan cosas muy ajenas a nuestro recorrido político.

Para UNEN acá en Morón es un golpe fuerte que parte de su representación en el Concejo se haya ido para acordar con el PRO…

- No lo consideramos un golpe fuerte, es una circunstancia en la política y corre por su cuenta la decisión que tomaron. Ellos han traicionado el voto que le depositó la ciudadanía en Morón, uno acá sabe que simplemente es un representante del voto, así que los defraudados son los electores. A nosotros como espacio político no nos preocupa, el GEN tiene muchos años en Morón, con una base muy amplia de militancia. Para nosotros es muy difícil contemplar a alguien que haga estas volteretas políticas y realice actos de transfuguismo político para caer en un espacio político como el PRO.

¿Vas a ser candidata en Morón o todavía no avanzaron en nombres?

-Todavía no avanzamos para nada en eso, en este momento nos convocan otras cosas, yo dije que prefería no serlo, si hay que serlo lo seré. Estamos todos poniendo el hombro y queriendo formar parte de una construcción que es a mediano y a largo plazo, no abocada a ganar una elección. Los que se fueron la única diferencia real que plantean es acordar con el PRO para ser una opción real de gobierno. Después la pueden disfrazar de ocho mil excusas.