El último fin de semana, la Base Aérea de Morón suspendió los vuelos hasta que se implementen medidas de seguridad tras un ataque registrado contra un avión. Sucedió el sábado por la tarde, cuando tres hombres ingresaron a la pista de aterrizaje del predio y arrojaron una botella que impactó contra el ala izquierda de la aeronave Cirrus SR-22, matrícula N731WB. De todas formas, el avión pudo despegar vuelo y regresar a la base sin inconvenientes.

Sin embargo, el piloto advirtió lo que había ocurrido, aunque desistió de hacer la denuncia formal del hecho. No obstante, otros compañeros denunciaron haber sufrido ataques similares, por lo que las autoridades de la Base Aérea moronense decidieron suspender toda actividad hasta que se tomen las medidas correspondientes para garantizar seguridad.

En la causa, interviene el Juzgado Federal N° 3, a cargo de Aldo Fabián Acosta Argañaraz, del Departamento Judicial de Morón.

Los controles, claves para evitar tragedias

En diálogo con Radio Universidad, el instructor de vuelo Franco Bronzino explicó el riesgo que conllevan estos hechos: “Que una botella o piedra impacte en el piloto puede hacer que se pierda el control de la aeronave y las consecuencias pueden ser de distinta gravedad, hasta que se estrelle y pueda ocurrir una tragedia”.

En ese sentido, detalló que la falta de seguridad en el predio es lo que permite que estas cosas se sucedan a menudo, al contar que la pista donde se realizan los vuelos “es larga, tiene tres kilómetros, toda la parte sur está sin efectivos cercanos y hay un paredón perimetral para evitar esto, pero la gente sigue saltando”. Por último, el especialista aseguró que “esto no pasaría si hubiera personal de seguridad patrullando, por lo que la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC) y la Fuerza Aérea son responsables directos de lo que pueda pasar”.

Fuente El1Digital